Según la psicóloga Adriana Falcón Duarte, una conquista amorosa envuelve la sintonía amorosa y afinidades entre dos personas. Para ella, una conquistadora es aquella mujer que logra atraer a una persona desconocida e iniciar una relación.
La experta cree que las mujeres siempre están preocupadas de atraer al sexo opuesto preocupadas del perfume, de la ropa, del pelo, para mostrarse sensuales, sin embargo eso queda en segundo plano al momento de iniciar una aproximación.
Es por eso, que la especialista nos entrega algunas pistas para que en ese momento en que se inicie un encuentro o una aproximación, la sensualidad se note no sólo en las ropa sino en la personalidad. Frecuentar fiestas, clubes, teatros, cines, etc. En estos ambientes siempre suele haber un soltero esperando la oportunidad de conocer a alguien.
Cuando encuentres a alguien que te interese, trata de llamar su atención pero sin que se note. Por lo tanto, trata de ubicarte en su campo visual.
Siempre tienes que andar preparada con la apariencia adecuada para todos los lugares que vayas. Eso sí, trata de ser siempre tú misma y no aparentar de mujer fatal.
Se espontánea y evitas las caretas. No hay nada más irritante que alguien que se corte entera y aparente estar leyendo un libreto inventado.
Evita la intimidad en exceso. Nunca olvides que lo más llamativo es mantener ese aire de misterio de toda una diva.
Evita las preguntas íntimas, sobre todo las que tienen relación con aspectos como: ¿Cuánto ganas? ¿Quieres casarte y tener hijos? ¿Cuál es tu posición sexual preferida? o ¿Cuántas parejas sexuales has tenido?
Observa sus gestos como la posición corporal y no comiences el acercamiento si es que no sientes que te ha autorizado a hacerlo. Evita los encuentros forzosos.
Trata de conversar de tu persona pero no en exceso. El primer contacto es mejor para saber quién es la otra persona o si realmente te atrae. Para hablar más ya tendrás un segundo encuentro.
Una voz grave siempre es más sensual. Practica tus voces para ver cuál te sale mejor y más sensual.
El buen humor es esencial para todas las relaciones, por lo tanto trata de cultivar esa parte de ti y así transformar lo que podrían ser situaciones incómodas en algo agradable. Además date la oportunidad de reírte de tus propios defectos.
No seas excesiva en halagos al conocer a la otra persona y evita en la conversación tratar asuntos polémicos como el racismo, el aborto, religión o política.
Recuerda que los excesos son mal vistos. Lo mejor es tener un estilo clásico pero "chic", ya después tendrás tiempo para descubrir sus preferencias y adaptarlas a las tuyas.
No te olvides de la autoestima y de que debes mostrar que la tienes y que crees en ti misma. Por eso, analiza tus rasgos positivos, dale importancia a lo que sabes hacer bien, en lo que te destacas. Haz una especie de marketing personal.
Tampoco seas una mujer avasalladora que se lleva el mundo por encima. Tener una cierta dosis de humildad e inseguridad tampoco es malo.
No te preocupes si en la conversación quedan espacios en blanco, es lo más normal que puede ocurrir cuando dos personas se están conociendo. Relájate, es parte del juego de la conquista.
Si quedas en llamarlo preocúpate de hacerlo en una horario razonable y una cantidad debida. Cuidado con convertirte en una mujer obsesiva que llama a su conquista cada media hora y para puras tonteras.
No partas con una actitud de conquista inmediata, es mucho más fácil conquistar a otra persona cuando te pones en plan de amiga antes que todo. Si le gustas o no es relativo, pero la amistad es un valor que traspasa todas las situaciones.
No empiecen con juego o propuestas sexuales. El amor fluye naturalmente y cada momento debe ser vivido en su punto justo.
No te sientas una fracasada si es que no logras conquistarlo. Muchas veces puede ocurrir que pese a que has hecho todo lo posible por conquistarlo, él se ha fijado en otra mujer. Tranquila, no es problema tuyo y recuerda que hiciste todo lo que estaba en tus manos.
Si te gusta mucho una persona trata de no perder el contacto, llamándolo por teléfono, por ejemplo. Pero siempre tarta de ser medida, no es necesario que llames todas las semanas, es sólo para que sepa que aún estás ahí.
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