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Amor, Matrimonio y Sexualidad - Parte III


El amor no es solamente la fuerza de cohesión más grande de la sociedad, es la única amalgama permanente, la única fuerza posible que puede producir unidad entre la gente y, en esta forma, mediante la unidad, puede producir orden y una atmósfera en la que la vida puede funcionar a su nivel más alto y mejor.

La expresión equivocada del sexo puede degradar la verdadera naturaleza del hombre. ¿Por qué? Porque no es digno de él, es degradar su alma por debajo del nivel del animal; porque a diferencia del animal, el hombre no sólo está muy consciente de sus actos, sino que es responsable de ellos.

Si encontrásemos que los miembros de diferentes especies se apareaban aun cuando no hubiese prole, nos sentiríamos espantados y horrorizados ante tales evidencias de desenfrenada licencia entre animales. Sin embargo los seres humanos son mil veces peores en la satisfacción de sus pasiones sexuales sobre desarrolladas.

Naturalmente, la gente no está feliz; lógicamente, los matrimonios no son satisfactorios y se desintegran. -¿cómo pueden ser felices los matrimonios? y si el matrimonio, la piedra angular de la sociedad, se halla insegura y no está cumpliendo su finalidad, ¿cómo pueden otras relaciones, que de él derivan, tales como las de los padres y, de los hijos, hermanos con hermanas, parientes y amistades, ser satisfactorias y contribuir en la parte que les corresponde para el enriquecimiento de la totalidad de la vida? Esto nos trae al punto crucial del tema, el punto del amor.

El Dr. Alexis Carrel, el famoso médico e investigador, que ganó el Premio Nobel, ha expresado sucintamente la importancia fundamental que tiene el amor en nuestras relaciones:

Aún no hemos comprendido plenamente que el amor es una necesidad, no un lujo. Es el único ingrediente que es capaz de soldar y unir al esposo, la esposa y los hijos. Es el único cemento suficientemente fuerte para unir en una nación a los pobres y a los ricos, los fuertes y los débiles, el empleador y el empleado. Si no tenemos amor en el hogar, no lo tendremos en otra parte.

El amor es tan esencial como la inteligencia, la secreción tiroidea o el jugo gástrico. Ninguna relación humana será jamás satisfactoria si no se inspira en el amor. El mandato moral amaos los unos a los otros, es probablemente una ley fundamental de la naturaleza, una ley tan inexorable como la primera ley de la termodinámica. ¿Por qué habría de ser tan importante el amor?, Porque el Dios que nos creó es un Dios de amor.

Cuando unimos el amor con el sexo en el lugar que le corresponde, que es el matrimonio, tenemos una fuente perdurable de felicidad y fuerza de donde obtener provecho. El sexo puede fortalecer el amor, el amor puede sublimar el sexo hasta una comunión espiritual, un júbilo para el alma como también para el cuerpo.

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