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Puedo escribir los versos mas tristes esta noche


En este poema, Pablo Neruda, expresa la más cruda despedida a su amor. Esa noche, decide ponerle fin desde su corazón, ya que desde la realidad esto ya ha sucedido.

Recuerda los momentos que estuvo con su amada, cuando se querían, quien amó mas en ocasiones, los detalles de las demostraciones de cariño. Siente una profunda, pero muy desolada agonía. Una gran soledad al recordarla, sabe que ya no está con ella.

Siente en su ser más profundo, que pudo haber hecho más para seguir a su lado, "mi alma no se contenta con haberla perdido" dice. La extraña con una fuerza desgarradora, y así, se consuela diciendo que la quiso, pero en el pasado.
La imagina con otra persona, para poder olvidarla pronto. Este duelo desgarrador, es admirable, está decidido a dejar ir su amada, y a entender que forma sólo parte de su pasado. Finalmente, sabe que esto le causa un profundísimo dolor de solo recordarla, pero a pesar de esto, siente que esta es la última noche que le dedica al recuerdo.

Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

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