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Pautas para la Convivencia en Pareja


Aquí están los siete principios de convivencia de pareja, según la ecología emocional. El objetivo es crear las mejores condiciones posibles para amar y para poder ser amado.

Autonomía Personal.

Cada persona debe ser ella misma y trabajar para conocerse y ser autónoma. Cada uno debe luchar y poner los medios para convertir en realidad su proyecto vital y los sueños que contiene. Cada persona es única.

Prevención de Dependencias.

No hagas de "madre" o de "padre" con tu pareja. No la sobreprotejas ni pienses, hables o hagas cosas en su lugar. No le digas siempre lo que tiene que hacer. Crea un espacio de libertad donde cada uno asuma sus responsabilidades de cuidado propio.

Sembrar lo Positivo - Feed Back.

Todo lo positivo que sembramos a nuestro alrededor se nos retribuye con creces. Si sembramos en nuestra relación de pareja alegría, agradecimiento, ternura, empatía, comunicación, amor, generosidad, comprensión, independencia; creamos un entorno emocional que da sus frutos. En cambio el egoísmo, el malhumor, el enfado, el pesimismo, la queja, la crítica, los celos, la desconfianza; contaminarán la relación.



Moralidad Natural.

No hagas a tu pareja aquello que no quieres que te hagan a ti, esa es la ley de oro. Suena lógico, pero esto se suele olvidar. No controlen, no se quejen constantemente, no se infravaloren, no se griten, no se juzguen.

La Individualidad y la Diferencia.

Somos diferentes y esa es precisamente una riqueza para una relación. Hay que respetar los diferentes gustos y nunca imponer los propios. Escuchar a la pareja para ir descubriendo sus gustos y preferencias y así poder compartir con nuestro par, y no hacer de las diferencias una batalla campal.

Previamente aplicar los principios en uno.

No intentes salvar a los demás antes de haberte salvado a ti mismo. No puedes dar amor si no te amas. No puedes dar tiempo de calidad, si no se da a si mismo calidad de tiempo. No puedes sonreírle, si no tiene en su propia vida nada por qué sonreír. No podrás colaborar en la felicidad de nadie, si esa persona no se responsabiliza de construir su propia felicidad. Primero empecemos por nosotros mismos, y luego podremos dar todo lo que cosechemos.

Hacer Limpieza .

Nuestro reto es responsabilizarnos de nuestra propia vida, de nuestros actos. Para conseguirlo debemos proporcionar los espacios de relación adecuados para evolucionar y mejorar como personas. Somos responsables de nuestra elección de pareja y de la decisión de continuar o no con ella. Si nuestra relación nos provoca mucho sufrimiento y disminuye nuestra autoestima; si reduce nuestro mundo y nuestras posibilidades de ser y de relacionarnos, tenemos el deber de "hacer limpieza" y finalizar la relación.

Recopilado del libro "Juntos pero no atados, la pareja emocionalmente ecológica" de Jaume Soler y M. Mercé.

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